Ser mamá real, no mamá perfecta
Hola Mamás,
¿Por qué será que nosotras mujeres somos tan duras y exigentes con nosotras mismas? ¿Y por qué será que empeora cuando nos convertimos en mamás?
Una reciente encuesta realizada con 3000 mujeres indica que las mamás se sienten cada vez más estresadas y cansadas. La condición financiera, el cuidar de nuestra casa y el cuidado con nuestros hijos son las principales fuentes de preocupación.
Sumado a esto existe una presión (interna) para que seamos perfectas en todo lo que hagamos: ser mamás, trabajadoras, sentirnos bien con nosotras mismas y con la pareja.
Pienso que parte viene de nuestra esencia femenina más perfeccionista y organizada y parte de lo que vemos diariamente en las redes sociales y la televisión, es “la vida perfecta”.
Según la Psicóloga Ana Maria Rossi:
“La frustración viene de la ambigüedad de ser 100% responsables por los hijos y de buscar la individualidad y autonomía.”
En la vida real lograr el equilibrio es casi imposible y al final, siempre hay algo que no queda tan perfecto como quisiéramos. ¿Cuántas de nosotras sentimos culpa por no poder pasar la mayor parte del día con los hijos? ¿Cuántas somos aquellas que nos sentimos perdidas porque ya no tenemos una identidad propia? Esos son conflictos que vivimos a diario.
Aún tenemos dificultad de delegar algunas tareas y somos muy perfeccionistas. Alejamos a nuestras parejas porque creemos que no son tan buenos como nosotras en el cuidado de los niños y les vemos más como más como una ayuda, cuando en verdad deberían ser tan responsables como nosotras.
Todavía existe una idealización de la maternidad, siendo buena mamá aquella que logra todo sola, que siempre está feliz y que es admirada en todos los aspectos de la vida. Eso solo aumenta nuestra culpa y agotamiento y empeora cuando no somos reconocidas y no nos sentimos gratificadas en lo que hacemos.
Hay días en que deberíamos elegir nuestras batallas. Si tuvimos un día difícil en el trabajo, ¿por qué no dejar las reglas a un lado? aunque eso signifique que los niños no vayan a la cama a la misma hora de siempre.
¿Ver un dibujo animado fuera de hora para poder comer un poco más tranquila sería una opción? ¿Encargarles un par de horas para salir a cenar? ¿No tener la casa organizada por poder pasar algunas horas jugando sin preocupaciones?
Los niños crecen muy rápido (he aprendido eso con el nacimiento de mi segunda hija), vendrán otras preocupaciones y lo más importante es buscar que nuestras decisiones de vida estén alineadas con nuestras prioridades, sin preocuparnos con los demás, si no con lo que creemos y soñamos buscando ser mamás perfectamente imperfectas.
Un abrazo,
Fer Marcondes
Blog Mamás Modernas
Artículos relacionados