¿Me cuentas un cuento?
¿Tu hijo se ha convertido en una maquinita de conversación? Esto significa que está entrando en una etapa muy importante de su crecimiento.
Está aprendiendo a usar palabras nuevas y también cómo y cuándo usarlas. Está incluso tratando de pronunciarlas correctamente.
Mientras su pronunciación y su vocabulario se van desarrollando, comenzará a compartir sus pensamientos, sentimientos y sus necesidades cada vez más y más contigo.
Dos áreas que notarás que se están desarrollando:
Pronunciación.
Habrá aún algunas palabras que no podrá pronunciar correctamente, por ejemplo el sonido de la letra “s” como el de “th” (thabado en lugar de sábado). No te preocupes, esto es normal y para cuando llegue a sus cumpleaños número 5 hablará perfectamente.
Fluidez.
Al principio notarás que tu hijo a los 3 años de edad, posiblemente tartamudee mientras habla. Pero a los 4 años, sus ideas comenzarán a fluir y será capaz de terminar sus enunciados con un menor esfuerzo. Notarás que no detendrá sus palabras para pensar antes lo que quiere decir y que ahora puede contarte historias cortas. (La edad en la que un niño hace esto varía).
Nunca es muy pronto para enseñarle a leer a tu hijo.
Incluso es buen momento antes de que comience a ir a la escuela. Tú puedes motivarlo a que se acerque con gusto a los libros y cuentos. Después de todo, los niños aprenden mejor cuando se están divirtiendo. ¿Cómo hacer de la lectura algo muy divertido?
- Las imágenes transmiten mil palabras. Elije un libro con ilustraciones e imágenes muy coloridas. Comienza la historia diciéndole a tu hijo lo que cada imagen representa. Luego detente de vez en cuando para platicar con tu hijo sobre la relación que tienen estas imágenes con lo que va pasando en la historia. Esto preparará a tu hijo para las primeras lecturas para niños porque comenzará a entender como cada imagen representa alguna parte de la historia.
- Dale vida a la historia. Cuando leas una historia, modula tu voz con diferentes sonidos y expresiones para que tu hijo la entienda mejor. Imita voces y ruidos de los personajes. Por supuesto, deberías siempre invitar a tu hijo a que lo haga también junto contigo.
- Captura su imaginación. Busca libros sobre temas de su interés. Asegúrate también de introducir diferentes temas que creas le pueden gustar de vez en cuando.
- Sobre todo, trata de hacer la lectura algo divertido. No le digas a tu hijo que va a leer su libro favorito si se acaba sus verduras o lo relacione con alguna recompensa. En su lugar, escoge una hora del día donde te sientas relajada con él y listos para divertirse aprendiendo. Leer juntos un cuento es una manera genial para establecer fuertes vínculos afectivos entre tu hijo y tú.
Referencia: Tomado de Nido México
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