Conoce 10 mitos sobre la alimentación de la gestante
Resuelve tus dudas sobre la alimentación durante el embarazo, así podrás tomar decisiones más seguras tanto para tu bebé como para ti.
Durante la gestación existen muchos mitos que debes dejar de lado si lo que buscas es poder alimentarte correctamente y brindarle a tu hijo todos los nutrientes que necesita para su desarrollo. Sigue leyendo para conocer qué alimentos están permitidos, qué prácticas son las más recomendadas y a cuáles productos debes prestarles mayor atención.
1. Comer por dos es necesario
Esta es una de las creencias más comunes. De hecho, de acuerdo con el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos (CDC, por sus siglas en inglés) la mayoría de las mujeres embarazadas come en exceso. Aunque es necesario consumir más alimentos, la idea es elegir aquellos que ofrecen mayor saciedad y nutrientes, pero con un bajo aporte calórico.
Seguir una dieta balanceada que incluya todos los grupos de alimentos (cereales, frutas, verduras, proteínas, grasas saludables, entre otros) es la mejor manera de evitar embarazos de alto riesgo. Además, las defensas tanto de la madre como del bebé disminuyen durante estos meses, por lo que una correcta nutrición es la mejor manera de prevenir enfermedades.
2. No es recomendable comer pescado durante el embarazo
El pescado es una buena fuente de grasas saludables como el omega-3. En este sentido, no se recomienda eliminarlo de las recetas de las gestantes. Lo que sí es un hecho es que se deben evitar alimentos que puedan ser potencialmente tóxicos al contener mercurio u otras sustancias peligrosas.
Una forma sencilla de evitar este problema es dejar de lado algunos tipos de pescado que, al venir de las profundidades, es más probable que estén contaminados como el pargo rojo o el pez espada. Por otro lado, el bagre, el salmón, la tilapia y los camarones son opciones más seguras para las mujeres embarazadas. Para su consumo lo más recomendable es que estén bien cocinados.
3. Se puede tomar café normalmente
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir 300 mg de cafeína al día. Pero, algunos obstetras consideran que la mejor solución es evitar el café durante la gestación. Los efectos adversos aún continúan investigándose, pues no hay respuestas certeras sobre qué produce en el feto.
Si eres una madre que necesita su café para comenzar bien el día, elige opciones descafeinadas. Otras alternativas aceptadas son las infusiones. Un vaso de café contiene alrededor de 80 mg, por eso, una medida para evitar complicaciones es no sobrepasar las 2 o 3 tazas al día.
Recuerda siempre consultar con tu médico de cabecera.
4. Evitar ciertos alimentos prevendrá alergias alimentarias en el bebé
Esto es falso. Las nueces, los lácteos o el maní han sido catalogados como ingredientes que pueden causar hipersensibilidad a los consumidores, pero, si tú no presentas este inconveniente, puedes comerlos sin problema. Recuerda que incluirlos en tu alimentación no es sinónimo de que tu bebé nazca con alguna alergia a ellos.
En este punto es importante aclarar que hay algunos alimentos que las gestantes deben evitar a toda costa. Para cuidar tu salud y la de tu bebé no comas carne cruda, masas sin hornear, leches que no estén pasteurizadas o algunos tipos de quesos blandos. Consulta con tu médico para tener claro de qué productos debes mantenerte alejada.
5. Los alimentos picantes y la piña pueden inducir al parto
Los métodos naturales para inducir al parto no tienen evidencia científica. Se ha extendido la creencia de que cierta clase de alimentos ayudan a acelerar este proceso, pero no es así. Por el contrario, se han comprobado que tienen efectos en la alimentación de la gestante.
La piña, por ejemplo, puede producir acidez estomacal, por lo que se recomienda consumirla con moderación, mientras que los alimentos picantes generan varias molestias gastrointestinales. El momento en que se dará el parto no depende de tu alimentación, por lo tanto, enfócate en otorgarle a tu bebé todos los nutrientes que necesita.
6. El riesgo de diabetes gestacional aumenta por la ingesta de azúcar
El consumo excesivo de azúcar, sobre todo de la que es añadida en los alimentos, es un tema que no solo debe preocupar a las mujeres gestantes. Entidades como la OMS recomiendan limitar lo que más se pueda los productos que contienen este ingrediente en altas cantidades.
Así que, si no tienes predisposiciones a convertirte en diabética, es probable que tu riesgo de padecer de esta enfermedad durante la gestación sea muy bajo. En caso de que aumenten los niveles de azúcar en la sangre, consulta con tu médico de inmediato.
Por lo general, un cambio en la dieta y un control sobre lo que consumes es suficiente para darle solución a este inconveniente.
7. Se pueden comer huevos en cualquier presentación
En los huevos se debe evitar el riesgo de que puedan contener salmonella. En este sentido, es una buena idea investigar por productores certificados con el propósito de evitar riesgos. En cuanto a su preparación, la regla principal a cumplir es que tanto la yema como la clara estén muy bien cocinadas.
De hecho, si no estás muy segura del origen del alimento, una buena idea es que procures consumirlo cuando esté completamente sólido, esto indica que la cocción es la adecuada. Evita al máximo comer huevos crudos o parcialmente cocinados, pueden ser riesgosos para tu embarazo.
8. Todos los tipos de quesos son permitidos durante la gestación
Esto es falso. De hecho, se debe prestar mucha atención a todos los lácteos; no solo los que bebes sino también aquellos que se emplean en otro tipo de preparaciones como tortas o pasteles.
Algunas variedades de quesos como el brie, el camembert o el queso de cabra no son seguros para el embarazo, puesto que están elaborados con leche sin pasteurizar. Por otro lado, opciones como el queso fresco, cheddar o el feta pueden ser más seguros.
Para comprobar que estás ante un producto apto para el consumo, intenta verificar en la lista de ingredientes qué tipo de lácteo fue empleado en su preparación. Este paso te garantizará estar ante opciones seguras tanto para ti como para tu bebé.
9. Algunas frutas y vegetales se deben evitar
Lo que se debe o no comer durante el embarazo es diferente en cada mujer. Por ejemplo, a algunas gestantes les pueden recomendar evitar la piña u otras frutas ácidas o cítricas para reducir las molestias estomacales. Pero, por lo general, una dieta balanceada donde los vegetales y las frutas sean los protagonistas es la mejor forma de cumplir con la nutrición de esta etapa.
En este punto es importante aclarar que continuar con el hábito de lavar los vegetales y las frutas antes de consumirlos es esencial durante el embarazo. Puede que a veces, por el cansancio o la practicidad, no cumplamos con este paso, pero, llevarlo a cabo eliminará los rastros de tierra que pueden transmitir infecciones como la toxoplasmosis.
10. Tomar infusiones es mucho mejor que beber café
El punto positivo de las infusiones es que contienen menos cafeína. Debido a esta característica, su consumo es más aceptado y extendido entre las mujeres embarazadas. Sin embargo, durante la gestación, lo mejor es siempre ir con prevención. En este sentido, verifica quién es el fabricante y cuáles ingredientes se emplearon en la elaboración del producto.
El jengibre por su capacidad de reducir las náuseas y la manzanilla por ser capaz de promover el sueño han sido utilizadas durante años para mejorar algunas molestias relacionadas con el embarazo. Por eso, los profesionales de la salud consideran que incluir frutas o hierbas en las infusiones es una excelente manera de mantenerte hidratada.
Aun así, recuerda que todo en exceso puede ser perjudicial. Por eso, limita la ingesta de infusiones procurando que no sobrepase las tres tazas al día; si no tienes claro cuánta cantidad deberías consumir, consulta con un profesional de la salud para conocer las proporciones adecuadas.
Los hábitos saludables durante el embarazo son esenciales para tomar decisiones que se mantengan a largo plazo. De hecho, la nutrición durante esta etapa puede influir en la predisposición de tu bebé a enfermedades o afecciones en su vida adulta.
Por ejemplo, factores de riesgo que conduzcan a enfermedades crónicas como la diabetes o diferentes afecciones del corazón se pueden prevenir si se eligen productos y preparaciones seguras para el bebé desde el embarazo. Luego, lo ideal es mantener estos hábitos de alimentación saludable a medida que el niño crezca.
Esperamos que este artículo te ayude a identificar a qué alimentos debes prestarles atención. Recuerda que poner en práctica algunas pautas sencillas como leer la tabla nutricional y la lista de ingredientes te ayudará a identificar cuáles son los productos más seguros para llevar tu embarazo a buen término.
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