Padres separados, ¿cómo mantener los mismos hábitos?
La separación de los padres, puede traer efectos negativos en la dinámica familiar, principalmente para los hijos.
En el caso de los niños pequeños, es importante mantener hábitos y reglas similares (sueño, alimentación, actividades de ocio y educativas) en ambos hogares, para evitar al máximo posible, una alteración en las rutinas y en el estilo de vida de los mismos. En lo que se refiere a patrones de alimentación, en niños que residen en dos lugares distintos, no es recomendable que en uno se sigan tiempos de comida ordenados, se mantenga un ambiente tranquilo y se ofrezcan alimentos principalmente saludables; mientras que en el otro, no existan horarios definidos, se acostumbre a comer frente al televisor y haya gran variedad de golosinas o snacks disponibles, por brindar un ejemplo.
Esto confunde a los más pequeños, e inclusive se puede fomentar el sobrepeso u otros desórdenes de alimentación. Como medidas importantes para evitar este tipo de situaciones, se incita a los padres a practicar la comunicación efectiva en lo que respecta a: horarios de alimentación, alimentos a ofrecer, tipos de preparaciones, prácticas deseables, cantidades normalmente consumidas y situaciones especiales (cumpleaños, celebraciones, etc.).
Además, se desaconseja ofrecer cualquier tipo de alimento para lidiar con sentimientos de frustración o enojo, ya que esto puede provocar gran daño a nivel emocional y nutricional.
Si se logran condiciones similares en ambos hogares, se aumentaría la probabilidad de mantener hábitos de alimentación saludables durante la infancia; e incluso, se ha visto que la consistencia, con mínimos cambios en las rutinas y evitando transiciones abruptas, puede proporcionar comodidad, seguridad y familiaridad durante este período de grandes cambios para los niños pequeños.
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