Infecciones en los oídos
Las infecciones en el oído pueden afectar las estructuras externas, medias o internas del oído. La otitis media es la infección que se considera más común y consiste en la inflamación del oído medio, estructura que se encuentra justo detrás del tímpano.
Hay una estructura llamada trompa de eustaquio, la cual drena el líquido que se produce en el oído medio, pero si esta estructura se bloquea, el líquido acumulado puede causar el desarrollo de la infección; se dice que en niños el riesgo de sufrir infecciones de oído es mayor porque estas estructuras son más susceptibles a bloquearse debido a que son más cortas y estrechas que las de los adultos.
Algunas de las circunstancias que podrían propiciar la inflamación son:
• Resfríos
• Dentición (hay aumento de la producción de moco y/o saliva)
• Humo de cigarro
• Genética
• Infecciones previas recientes
• No ser amamantado
• Cambios extremos en el clima
El dolor de oído es una molestia bastante grande para el niño y puede ocasionarle irritabilidad o llanto continuo y frecuente, fiebre y dificultad para conciliar el sueño.
Dentro de los tratamientos para controlar el dolor causado por la infección se encuentran el acetaminofen o ibuprofeno y en casos más severos, cuando el médico considere necesario también los antibióticos.
Las infecciones de oído no son contagiosas, sin embargo, los resfríos sí, y como se dijo antes, estos pueden ser desencadenantes de estas infecciones.
Algunas prácticas que pueden ayudar a prevenir las infecciones de oídos son:
• Amamantar de forma exclusiva durante los primeros 6 meses de vida.
• Tener buena higiene para evitar el contagio de resfríos y en la medida de lo posible reducir la exposición de los bebés a grupos numerosos de otros niños.
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