Desarrollo social infantil
El desarrollo social de los bebés comienza de forma temprana; por ejemplo aproximadamente a los 2 meses de vida, él mismo descubre que su sonrisa es una forma de expresar su felicidad y aprende a interactuar con otras personas a través de su lenguaje corporal.
Durante los primeros 3 meses de edad, el brindar atención pronta, satisfacer las necesidades básicas y proveer un ambiente de seguridad a un bebé, se convertirán en la bases para un niño confiado y capaz de interactuar sin problema, con otras personas.
A partir de los 4 y hasta los 7 meses, los bebés parecen tener cada vez una mayor interacción con el mundo y las personas que lo rodean, e inclusive las características propias de su personalidad, empezarán a ser evidentes. En esta etapa se recomienda que los padres y otras figuras presentes en la vida del bebé, intenten adaptarse al temperamento del bebé, sin tratar de cambiarlo, ya sea al ser más pacientes o por el contrario, más atentos. Durante estos meses, el bebé disfrutará cada vez más de la atención prestada por sus padres y por otras personas.
Entre los 8 y los 12 meses de edad, los bebés comienzan a entender las diferencias entre situaciones familiares y no familiares, respondiendo a menudo de forma temerosa hacia el contacto con personas extrañas. Además, es la etapa en donde se evidencia un fuerte apego y una ansiedad excesiva frente a la ausencia de la madre.
Para hacer frente a esta situación, sin provocar mayor estrés o ansiedad en ambos, se recomienda:
1.Planificar los momentos de separación posterior a las comidas y siestas.
2.Evitar hacer “un alboroto” a la hora de salir, en vez de esto solicitar a la persona encargada de su cuido, una distracción rápida.
3.Practicar pequeños momentos de separación dentro de la casa, siempre hablando al bebé de forma tranquila.
Conforme los bebés crecen, esta ansiedad de separación irá cediendo, dando oportunidad para una mayor socialización con personas nuevas y una interacción exitosa con escenarios poco familiares.